La lámpara imposible

Mi suegro es un ser humano bastante peculiar. No le gusta meterse en charcos, pasa por la vida como de puntillas, pero eso sí: siempre que le pides ayuda, allí está. Según tengo entendido fue electricista, aunque ejerció poco, porque su trabajo le llevó hacia otro sector en el que apenas tenía que aplicar esa clase de conocimientos. Pero si en nuestra casa hay algún problema eléctrico, su hija siempre acude a él. A mí, en realidad, no me gusta mucho que nos ayude porque, aunque sé que es muy cumplidor y nunca rechistará, también noto que no le gusta meterse en casa ajena a arreglar cosas. Yo creo que es por si luego queda mal se sentirá culpable. Pero, a veces, no tiene manera de “esconderse”. Hace unos días, mis suegros pasaron una semana y pico en casa. Nuestro hijo llevaba tiempo enfermo … Continued